Se cayó el Sistema
¿Alguien escuchó esta frase alguna vez?
Bs.As., agosto 2013
Creo que no me equivocaría si afirmara que el 100%
de los usuarios y clientes, al menos una vez en su vida han debido resignarse a:
- Escuchar esa famosa, lapidaria e irrefutable frase.
- Postergar o suspender la acción que se disponía a concretar mediante el Sistema.
Los factores que contribuyen para que esa nefasta
frase lastime nuestros oídos son diversos: servidores de información o sus
archivos que sufren desperfectos y se tornan inaccesibles, problemas con las
comunicaciones, temas eléctricos, catástrofes naturales, accidentes, etc.
Obviamente que en este breve análisis estamos considerando a los reales
causales de las fallas y no nos sumamos a las viperinas lenguas que dicen que
muchas veces se utiliza el latiguillo como excusa para encubrir cometidos “non
sanctos” como p.ej. paros, sabotajes, “descansos” del personal, etc.
En todos los casos y para ir al fondo del problema
podrá concluirse que, en realidad, el motivo de las “caídas” obedece a la
ausencia de planes alternativos que puedan suplir al principal, en caso de
falla. Es muy común que, ante caídas del Sistema, el usuario diga: “Bueno, otra vez, espero un rato o intento de
nuevo mañana”. Debemos tener muy presente que, como en muchos otros órdenes
de la vida, no debemos acostumbrarnos a lo malo: hoy son los Sistemas, mañana
pueden caer bombas a nuestro lado.
Todos los que alguna vez tuvimos bajo nuestra responsabilidad un área
de IT (CIOs, Gerentes de Sistemas), sabemos que es imposible asegurar la
fiabilidad constante y eterna de los Sistemas y es común que siempre procuremos
implementar planes de contingencia; a veces logramos hacerlo pero, en muchas
ocasiones, esto se posterga por diversas razones: no se autoriza el presupuesto
para ese proyecto (¿para qué el gasto si todo anda bien?), no se admite distraer
el día-a-día ni los proyectos core, etc. En estos casos, si ocurriera algún
evento no deseado, luego de que el área de IT repare el incidente, las máximas
autoridades de la compañía (CEO, CFO, accionistas, etc.) deberían poder explicar
la inexistencia de un sistema de contingencia y qué medidas tomarán para evitar
que la situación vuelva a suceder en el futuro.
No nos resignemos. No nos acostumbremos a lo que está mal.
Autor: Eduardo Granovsky
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